Wednesday, November 01, 2006

Afuera... tan lejos

Fuera de la caja,
bajo mi cama,
enterrada con algunos restos
de mascotas fallecidas.

Afuera muy lejos,
nadando hacia el infinito,
contando rocas y estrellas.
Todo afuera es signo
de una respuesta.

Afuera... y tan lejos.

Para el camino,
una sonrisa basta.
Hay tantos árboles sembrados
con la mano misteriosa del tiempo.
Una manada de ángeles cubriendo el piso.
Una estrecha línea que separa
esta tierra de angustia
y esa cuna de silencios.

Hay huellas de alguien que extraña,
señales de un desayuno solitario,
pequeños rayos de luz
golpean los maderos envejecidos.
Parece que este hermitaño
se enamora
-esta vez sin argumentos-

Afuera y tan lejos.

¿Será que hay vida allá afuera?
¿Será que han trazado una ruta
con un paquete de tizas?
¿Será que han delimitado las áreas
de exploración, de explotación...
de expiración?
Hacia adelante con las manos sangrando
y en un segundo,
detenerse,
saber que nos estamos muriendo,
que nos sobrevive la selección natural.

¿Y quién habrá sacrificado a este pueblo,
para el bienestar del mundo?
Con el dedo y las llagas abiertas
y una benda en los ojos
me han llevado a la fábrica...
la fábrica más desoladora de todas.
Respiro muerte,
es el background del desierto
ahorcando a las víctimas.

Afuera y tan lejos.

Despertar.
Sentir que hay aves
que no esperan mas que volar
y recorrer oceanos.
Que hay vidas tan simples.
Que hay cosas tan bellas.
Que las muchedumbres enloquecen,
que el territorio es guerra.

Hay un escrito en claves,
indicando el secreto lugar,
donde las marchas son alegorías
y estas manos construyen la gloria.
Pensar que todo descanza
en las baldosas de los pisos fríos.
Pensar que hay otros luchando
por oir un ave en la mañana.

Afuera... tan lejos.

Porque nosotros, los de siempre,
condenados a sembrar en lo infértil,
habituados al silencio,
inútiles de magia y estilo,
sentados frente al apocalípsis
reímos y usamos gafas
oscuras y gruesas.

¿Tan temprano hemos perdido?
¿Así de simple hemos acabado?
Heme aquí, refugiado,
tendido en una cama de pasto,
sonriéndole a la vida lejos...
más allá de la frontera,
más allá de la cordillera.

Afuera... tan lejos.

Asi que despacio,
todos con velas y a lo lejos,
se urde con secreta prolijidad
la manera más sencilla
de sembrar esperanza en el llano.
Aquí y ahora... cortando las cuerdas
viviendote cerca.
Aquí y ahora.

Aquí y ahora...

Afuera... tan lejos.