Saturday, November 25, 2006

Ulterior Infortunio

Ser chocado desde lo invisible,
es como morir cantando hacia el cielo.
Hay alguien detrás de los espacios,
alguien que corea con susurros
la canción de cuando
tú...
y yo...
nos moríamos por dentro.


¿Encontré acaso lo que buscaba?
en un cubo de agua sucia,
un par de manos cloradas,
una armonía de cuerdas y tus dedos,
resbalando sobre el barro.
En tierras donde nunca llueve


Permíteme sacarte
ese pedazo de acelga de los dientes.
Alguien podría pensar
que nos vemos muy ridículos
siendo tan sinceros.
Como para dejar todo atrás
alcanzando el sueño de otros
con las manos sangrando


Heme aquí, sentado
mientras duermes en el sillón,
pareciese que fue ayer
cuando dijiste que no,
cuando por fin tapaste
los agujeros de tu alma.
Y ahora..
Ahora eres una coraza,
una circusntancia lejana.


Eres mi eterno dolor,
Mi ulterior Infortunio.


Consciente de las fallas
de este ser humano hecho a medias,
me permito ratificar tu decepción,
pero atrás, muy lejos,
una niña llora.
El corazón palpita angustias,
no quiere que el fugitivo
vuelva a ser hermitaño.


Manos que tiemblan y expresan adiós,
con o sin pañuelos
blancos, grices o exraños.
La gente se reune.
Cuerpo sin vida de una vieja dama,
que muere con una carta en el pecho.
Hay una voluntad que es más fuerte
que la dicha de volver hacia tus ojos.


Y entonces, recuerdan testigos,
que alguna vez durmieron
sobre los campos,
en un día de claridad inédita.
Recorro con un pétalo
tu piel.
Ríes... besas.
Mides en recuerdo lo perdido,
miles de motivos valen más
que aquello que descanza adentro.


Todo cobra sentido
unos cuantos metros antes de la meta.
caen conejos del cielo.
Alicia danza con un paraguas.
Melancolía come hombres,
sin derecho a réplica.
Compite contra deseos inalcanzables,
construye puentes entre tus labios
y mi fotografía


Todo acaba contigo.
Todo sigue conmigo.


Eres mi eterno dolor,
Mi ulterior infortunio.

Wednesday, November 01, 2006

Afuera... tan lejos

Fuera de la caja,
bajo mi cama,
enterrada con algunos restos
de mascotas fallecidas.

Afuera muy lejos,
nadando hacia el infinito,
contando rocas y estrellas.
Todo afuera es signo
de una respuesta.

Afuera... y tan lejos.

Para el camino,
una sonrisa basta.
Hay tantos árboles sembrados
con la mano misteriosa del tiempo.
Una manada de ángeles cubriendo el piso.
Una estrecha línea que separa
esta tierra de angustia
y esa cuna de silencios.

Hay huellas de alguien que extraña,
señales de un desayuno solitario,
pequeños rayos de luz
golpean los maderos envejecidos.
Parece que este hermitaño
se enamora
-esta vez sin argumentos-

Afuera y tan lejos.

¿Será que hay vida allá afuera?
¿Será que han trazado una ruta
con un paquete de tizas?
¿Será que han delimitado las áreas
de exploración, de explotación...
de expiración?
Hacia adelante con las manos sangrando
y en un segundo,
detenerse,
saber que nos estamos muriendo,
que nos sobrevive la selección natural.

¿Y quién habrá sacrificado a este pueblo,
para el bienestar del mundo?
Con el dedo y las llagas abiertas
y una benda en los ojos
me han llevado a la fábrica...
la fábrica más desoladora de todas.
Respiro muerte,
es el background del desierto
ahorcando a las víctimas.

Afuera y tan lejos.

Despertar.
Sentir que hay aves
que no esperan mas que volar
y recorrer oceanos.
Que hay vidas tan simples.
Que hay cosas tan bellas.
Que las muchedumbres enloquecen,
que el territorio es guerra.

Hay un escrito en claves,
indicando el secreto lugar,
donde las marchas son alegorías
y estas manos construyen la gloria.
Pensar que todo descanza
en las baldosas de los pisos fríos.
Pensar que hay otros luchando
por oir un ave en la mañana.

Afuera... tan lejos.

Porque nosotros, los de siempre,
condenados a sembrar en lo infértil,
habituados al silencio,
inútiles de magia y estilo,
sentados frente al apocalípsis
reímos y usamos gafas
oscuras y gruesas.

¿Tan temprano hemos perdido?
¿Así de simple hemos acabado?
Heme aquí, refugiado,
tendido en una cama de pasto,
sonriéndole a la vida lejos...
más allá de la frontera,
más allá de la cordillera.

Afuera... tan lejos.

Asi que despacio,
todos con velas y a lo lejos,
se urde con secreta prolijidad
la manera más sencilla
de sembrar esperanza en el llano.
Aquí y ahora... cortando las cuerdas
viviendote cerca.
Aquí y ahora.

Aquí y ahora...

Afuera... tan lejos.