¿Importo?
Fue porque...
cuando la vi partida en dos
royendo lágrimas matinales
me partí yo también.
Carnaval... eso no existe
-cuando estás partido en dos-
Es tu día... es tu día!!!
-insiste el matinal-
pero tú lo sabes.
Ninguno de los días de tu vida han sido tuyos en realidad.
Parto en busca de más lágrimas
que se declaran exiliadas
entre cuatro muros
y subterraneos.
Allá afuera hay sufrimiento
que alguien decora con serpentina
y Pato Laguna.
Es hora de que tu lágrima
recorra mis dedos.
Puedo ponerte de pie y decirte
¡no sufras!
-a mí me lo dijo Neruda-
Las cicatrices no se borran...
Ahí están...
mejilla, muslos, brazos, pechos...
corazón.
Borremos marcas con esperanzas
diluídas en minuto y medio...
en lo que intento decirte
-hace años-
He aquí la esperanza de mi pueblo...
La esperanza de mi pueblo es una cicatriz.
Que no cierra.
Que duele.
Que calla.
cuando la vi partida en dos
royendo lágrimas matinales
me partí yo también.
Carnaval... eso no existe
-cuando estás partido en dos-
Es tu día... es tu día!!!
-insiste el matinal-
pero tú lo sabes.
Ninguno de los días de tu vida han sido tuyos en realidad.
Parto en busca de más lágrimas
que se declaran exiliadas
entre cuatro muros
y subterraneos.
Allá afuera hay sufrimiento
que alguien decora con serpentina
y Pato Laguna.
Es hora de que tu lágrima
recorra mis dedos.
Puedo ponerte de pie y decirte
¡no sufras!
-a mí me lo dijo Neruda-
Las cicatrices no se borran...
Ahí están...
mejilla, muslos, brazos, pechos...
corazón.
Borremos marcas con esperanzas
diluídas en minuto y medio...
en lo que intento decirte
-hace años-
He aquí la esperanza de mi pueblo...
La esperanza de mi pueblo es una cicatriz.
Que no cierra.
Que duele.
Que calla.